Una llamada… Un reencuentro, el deseo de hablar con alguien a quien echas de menos, la generosidad por haber convertido una solitaria tarde en un momento especial. Tal vez, la razón para sonreir y enfrentarte al mundo con optimismo y vitalidad… Un sencillo gesto que envuelve miles de historias, las grandes, las pequeñas, la historia de cada persona. Para mí, a veces supone un encuentro con recuerdos que perduran en el tiempo y que forman parte de un pasado que me sigue a donde vaya, haga lo que haga. Si miramos el teléfono, esperando una llamada que no llega, ¿nos estamos perdiendo algo fabuloso que aún está por vivir?

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Rellena este campo
Rellena este campo
Por favor, introduce una dirección de correo electrónico válida.
Tienes que aprobar los términos para continuar

%d